La contaminación atmosférica y la factura sanitaria tienen una relación muy estrecha.

En un post anterior de nuestro blog, comentamos que la salud y la movilidad son dos factores que van de la mano, debido a los efectos que tiene sobre nuestra salud la contaminación atmosférica creada por los modos de transporte menos sostenibles. De hecho, según un estudio de ISGlobal, las ciudades europeas podrían evitar hasta 10.000 muertes prematuras si apostasen por una movilidad más activa y ampliasen su infraestructura ciclista. En el este post veremos cómo la contaminación atmosférica y la factura sanitaria tienen una relación muy estrecha.

Como pudimos ver en uno de los gráficos del post anteriormente mencionado, el transporte es el sector que más aporta a la contaminación atmosférica, y el transporte terrestre es responsables de un 51% de los contaminantes atmosféricos generados.

Fuente: Departamento de Territorio y Sostenibilidad de la Generalitat de Catalunya, 2015.

Según el informe de la Agencia Europea de Medio Ambiente (EEA), en España mueren prematuramente 38.600 personas al año debido a la contaminación causada por el tráfico terrestre.

Todo esto hace que el gobierno deba gastar cantidades millonarias para tratar las enfermedades relacionadas con la contaminación creada por el tráfico rodado.

Hay estudios que muestran que cuando crece la contaminación, también crece la presión sobre la atención sanitaria, y también se ha demostrado que durante los picos con altos niveles de contaminantes en el aire, los ingresos hospitalarios aumentan.

Soluciones para reducir la contaminación atmosférica y la factura sanitaria.

Por lo tanto, la adopción de políticas restrictivas sobre la libre circulación de vehículos contaminantes por el centro de las ciudades, como las que se han adoptado en Barcelona o en Madrid, aparte de mejorar la calidad del aire que respiramos, también ayudan a reducir la factura sanitaria.

Para ello, hay otras soluciones además de regular la circulación de los coches los días con un pico con altos niveles de contaminantes en el aire tales como ofrecer a los ciudadanos alternativas cómodas, seguras y sostenibles para realizar sus desplazamientos diarios, como por ejemplo una infraestructura ciclista segura y bien conectada. O la creación de una red de transporte público eficiente. Junto con las soluciones como los sistemas intermodales de transporte que permitan a los ciudadanos combinar diferentes modos de transporte y no tener que depender de su vehículo privado aunque estos residan en la periferia.