En los últimos años, la extensión y calidad de los carriles bici ha crecido en todo el mundo. Las ciudades tratan de reducir la presencia del vehículo de motor en sus calles al mismo tiempo que impulsan el uso de la bicicleta. Esto ha llevado a la construcción de nuevos carriles bici que cada día atraen a más ciclistas.
Pero ¿qué debe tener un carril bici para ser atractivo para los ciclistas? Hay varios aspectos a tener en cuenta; el primero de ellos es que debe ser seguro y a la vez transmitir sensación de seguridad.
El hecho de que el carril bici se encuentre en la calzada evita que los peatones al moverse invadan el carril y no compromete el espacio en la acera que es el espacio propio de los peatones. Está claro que los carriles bici sobre calzada segregados del tráfico de vehículos de motor, ya sea de forma continua con un cordón o de forma discontinua con elementos separadores son percibidos como más seguros por los ciclistas que una simple línea pintada sobre la calzada. Otros elementos que ayudan a la percepción de seguridad es una buena señalización tanto horizontal como vertical tal como los semáforos para bicicletas, que ayuden tanto al usuario del carril bici como a los conductores de vehículos a motor a tomar decisiones de manera más segura. Otro aspecto que contribuye también a mejorar la seguridad en los carriles bici y la percepción de esta seguridad es el ancho, cuánto más ancho es el carril bici se percibe como más cómodo y seguro.
Un aspecto que también destaca es la manera en que está resuelto el conflicto que se produce cuando un carril bici coincide con una parada de autobús. La solución más segura es aquella que prolonga la acera hacia el centro de la calzada y genera una zona compartida por bicicletas y usuarios del bus en la que estos últimos tienen la prioridad, tal y como puede verse en esta imagen.
La existencia de una red de ciclovías bien conectada entre sí con las intersecciones bien resueltas son otros elementos que añaden atractivo a los carriles bici y motivan a los ciudadanos a desplazarse por la ciudad en bicicleta. Finalmente, otras mejoras que hacen atractivo un carril bici son las zonas adelantadas para bicicletas en los semáforos, los llamados chaflanes bici (o bike corners) y los cruces entre carriles pensados como zona de protección y de acceso exclusivo para bicicletas.
En ZICLA hemos desarrollado una serie de soluciones modulares, escalables y reversibles para ayudar a las ciudades a mejorar la seguridad en los carriles bici segregándolos con elementos separadores tales como los separadores y jardineras de la familia Zebra® y los módulos A y B del sistema Zipper®. Por otro lado, nuestro sistema Vectorial® permite resolver el conflicto que aparece cuando un carril bici coincide con una parada de autobús mediante la extensión de la acera hacia el centro de la calzada y la generación de una zona compartida por ciclistas y usuarios del autobús.
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