La contaminación acústica es uno de los grandes problemas con el que se encuentran las grandes urbes y en la mayoría de los casos el tráfico rodado es uno de los principales causantes. Por eso, las grandes ciudades como Madrid están cambiando tanto la estrategia de movilidad urbana como el diseño de sus calles hacia modelos que pongan el tráfico motorizado en un segundo plano, incluyendo infraestructuras como carriles bici, o mejorando la disponibilidad y accesibilidad al transporte público. Se puede decir que este es otro de los beneficios de la transición hacia los modos de transporte alternativos.
Disminución de la contaminación acústica en Madrid.
La delegada de Medio Ambiente y Movilidad, Inés Sabanés, informó que la población expuesta al exceso de ruido en la capital ha caído un 47,7% de día y un 39% por la noche.
Esta reducción de los niveles de contaminación acústica en Madrid se debe «principalmente a la efectividad de las distintas medidas puestas en marcha por el Ayuntamiento de Madrid, tales como la reducción de la intensidad del tráfico y las peatonalizaciones, así como el fomento del transporte público frente al uso del vehículo privado«.
Esta mejora significa que durante el día el 97,8% de la población y el 90,7% durante la noche, están expuestos a niveles de ruido que están por debajo del límite reglamentariamente permitido.
Según indica Inés Sabanés, el análisis realizado demuestra que el ruido ha disminuido notablemente en las partes de la ciudad donde el tráfico rodado se ha reducido de una manera considerable, como por ejemplo, en el centro de la ciudad. De todas formas, es en la periferia donde hay menos personas expuestas a un nivel de ruido elevado bien sea por su morfología urbana o por el carácter residencial de estas zonas urbanas.
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