La accesibilidad permite a los ciudadanos participar en las actividades sociales, económicas y culturales en un entorno definido. Por tanto los entornos deben facilitar al máximo su uso por el máximo número de personas en condiciones de seguridad y de igualdad.
En general también cuando nos referimos a accesibilidad tenemos en mente a las personas con algún tipo de discapacidad y la contemplamos desde una triple perspectiva de movilidad, comunicación y comprensión ya que afectan a los individuos en toda su integridad.
Cuando hablamos de accesibilidad en los medios de transporte debemos tener en cuenta que este será accesible si permite a las personas llevar a cabo sus necesidades de desplazamiento de forma autosuficiente o autónoma.
La accesibilidad en los medios de transporte afecta no solo al diseño de los vehículos si no al entorno en que estos se mueven y a los elementos comunicativos de los que se dotan.
¿Cuál es la finalidad de un medio de transporte?
La finalidad de un medio de transporte es facilitar la movilidad de las personas de un punto a otro de manera eficaz en lo que se refiere a puntualidad, duración mínima de los desplazamientos, seguridad higiene interior.
Pero para que sea accesible se debe dotar de las soluciones técnicas que permitan a las personas acceder a su interior en condiciones dignas sea cual sea su estado físico, también debe facilitar la comunicación y la comprensión tanto de los trayectos como de los usos de las facilidades que los materiales de transporte permiten.
Un transporte público accesible debe permitir que las personas con algún tipo de discapacidad puedan acceder al mismo y completar los trayectos de manera fácil y sin ayuda externa. Para ello debe contar con un interiorismo confortable y seguro que permita la situación espacial y evite caídas y también de un entorno que permita el acceso a los vehículos de manera sencilla independientemente de la climatología.
En el caso del transporte de superficie el uso de plataformas facilita el acceso al interior de los vehículos a personas con movilidad reducida ya que permite sortear de manera sencilla las diferencias de nivel entre el suelo y los estribos para personas mayores o con autonomía reducida, permite la colocación de rampas y otros sistemas de acceso a las personas que tienen movilidad asistida como muletas o sillas de ruedas y finalmente permite la fijación de elementos sensoriales que permiten la orientación a las personas invidentes.
De transporte suburbano nos ocuparemos en posteriores ocasiones.
La accesibilidad en los medios de transporte beneficia no sólo a sus usuarios naturales si no que permite un ahorro de tiempo y asistencia al resto de la sociedad por lo que no es un mero hecho asistencial y de solidaridad humana y si es un acto económico de gran trascendencia comunitaria.
De todos modos las soluciones a la accesibilidad en los medios de transporte no son sólo técnicas si no que también son humanas ya que sin una adecuada asistencia de personal de las compañías concesionarias de los servicios nunca se podrá alcanzar un nivel suficientemente eficiente que garantice algo tan básico como la igualdad de oportunidades a las personas con problemas de movilidad.
Es preciso tomar consciencia de que estamos frente a una situación de carácter netamente político y de asignación de recursos tanto por parte de los poderes públicos como de las empresas de transporte y también frente a un problema de sensibilidad social que genere movimientos de solidaridad y facilite los cambios legislativos.
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