El Periódico 19/12/2017
La compañía proyecta plataformas para paradas de bus que mejoran la accesibilidad de los usuarios.
Retornar los residuos a las ciudades en modo de beneficios. Zicla, empresa con un modelo de negocio circular, recupera desechos generados cerca como materia prima para sus productos. La compañía focaliza sus esfuerzos en los diseños.
«El concepto es sencillo: intentamos que la basura generada en las ciudades vuelva en forma de soluciones a ellas», explica Alfredo Balmaceda, cofundador de ZICLA. Una parte de ellas son los productos que desarrollan. Para ello, siempre utilizan como materias primas residuos industriales o de postconsumo.
Uno de los desechos que utilizan es el plástico que se consigue en el proceso de recuperación de cobre del cable eléctrico. Mezclan este material con otros postindustriales.
«El conjunto de varios residuos nos permite construir las formulaciones que necesitamos para que nuestros productos tengan las cualidades que queremos», explica Balmaceda. Para ello, investigan muchas combinaciones.
La empresa colabora con laboratorios, donde se realizan las pruebas antes de dar con una mezcla con potencial. «Para una historia de éxito, tenemos en cuenta la viabilidad económica», destaca. Criterio que recuerdan a sus asesorados.
ZICLA pone al servicio de otras empresas y las administraciones públicas la experiencia de 12 años en el sector. Otro consejo: no vender productos homogéneos. «Nosotros acompañamos en el proceso de implementación de nuestras soluciones», insiste el empresario.
Balmaceda pone como ejemplo las plataformas Vectorial® para paradas de autobús. Su objetivo es mejorar la accesibilidad. Para ello, ZICLA ideó un sistema parecido al puzle: se adapta a las características del espacio.
«Aconsejamos a la institución para que escoja la forma adecuada», concluye. Lo mismo ocurre con las otras cinco soluciones. Entre las que destaca son los separadores Zebra® para los carriles bici (flexible, según el tipo de vía y la velocidad de los vehículos).
Los residuos utilizados para fabricarlos son locales. Vienen de Cataluña, del resto de España o de Europa. Y vigilan que sea así.
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