La trayectoria del Bicing, el servicio de bicicletas públicas de Barcelona, es curiosa. Durante los últimos años el número de usuarios de la bicicleta han ido aumentando y se estima que actualmente el 2% del total de los desplazamientos que se realizan en la ciudad son con bicicleta, pero por el contrario, el número de abonados del Bicing se ha ido reduciendo casi hasta la mitad.
El sistema de bicicletas públicas anotó su peor registro en 2015 con 95.168 usuarios, pero en 2016 tuvo un aumento considerable y cerró 2017 con 106.688 abonados. El Ayuntamiento atribuye este progreso a la ampliación de la red de carriles bici, la cual, durante el último mandato municipal, ha pasado de contar con 116 kilómetros de carriles bici a 179 kilómetros, un aumento del 54%.
Trayectoria del Bicing.
Cuando este sistema empezó a operar allá por 2007 contaba con 1.500 bicis y el abono anual costaba 24 euros. En cuatro meses, llegó a contar con 70.000 abonados con un crecimiento de 1.000 al día, algo insostenible.
Cerró su segundo año con 182.000 abonados, pero con un servicio saturado, con muchas averías, con el aumento del precio del abono (35 euros) y con el fin de la renovación automática. Todo esto hizo que en 2010 la cantidad de abonados se redujera hasta 117.523, cifra que cayó en barrena hasta llegar a los 95.168 en el 2015 tal y como se había comentado antes.
En cambio, estos últimos dos años las cosas han cambiado. En 2016 el servicio dio un salto hasta llegar a los 102.000 abonados, aumento que en 2017 llegó a los 106.000 y ha seguido creciendo hasta el día de hoy.
Según Manuel Valdés, gerente adjunto de Movilidad e Infraestructuras del Ayuntamiento de Barcelona, esto se debe a que «el Bicing es un servicio cada vez más maduro y al incremento y mejora de la infraestructura«.
De todas maneras, aunque la cantidad de abonados haya aumentado, la bici pública sigue perdiendo peso sobre el total de los desplazamientos en bicicleta. En 2012 este servicio representaba el 40% de los desplazamientos a pedales y hoy representa el 26,4%. Pero este dato no tiene por qué ser interpretado de manera negativa, ya que puede significar que hay mucha gente que ha optado por comprarse una bicicleta, totalmente concienciada con la necesidad que tiene nuestra sociedad de realizar una transición hacia una movilidad sostenible.
0 comentarios