La Real Academia Española describe la bicicleta como «Vehículo de dos ruedas, normalmente de igual tamaño, cuyos pedales transmiten el movimiento a la rueda trasera por medio de un plato, un piñón y una cadena». Podríamos quedarnos con esta simple definición, pero la bicicleta significa y ha significado mucho más.
Inspirados en un artículo de Carlos Zúmer en El País, analizaremos la trayectoria histórica de la bicicleta y el ciclismo y el impacto que han tenido ambos.
El impacto de la bicicleta en la sociedad.
Todo empezó entre los siglos XIX y XX, con el crecimiento de los deportes modernos, entre todas las nuevas disciplinas o competiciones que se estaban creando en el marco deportivo, cabe destacar la celebración de la primera París-Rubaix de ciclismo en 1896. Fue la competición que más destacó en la época, ya que era el reflejo de la sociedad del momento, y esto hizo que la gente se sintiera identificada, y así se convirtió en una prueba exitosa, dándole una fama que sigue manteniendo a día de hoy.
Como dice Carlos Zúmer en El País «el ciclismo (o, más concretamente, la bicicleta como antecedente) se construyó con los materiales de la modernidad, desde lo tecnológico hasta lo atlético, desde lo ocioso hasta lo comunicativo, en la era de la prensa masiva y rentable, de los salarios crecientes y de constantes mejoras en carreteras y ciudades. La bicicleta aprovechó todas esas inercias y precipitó los cambios».
El biciclo también aportó su grano de arena hacia la igualdad de género, aunque las mujeres no lo tuvieron fácil. Zúmer cita al historiador David Rubenstein que asegura que el ciclismo «acercó a ambos sexos en un plano de igualdad más que cualquier otro deporte o pasatiempo de la época».
Aunque también hubo gran controversia respecto a la vestimenta de las mujeres y la practicidad del uso de la bicicleta. Un problema al que se le dio solución diseñando una bicicleta sin la barra vertical del cuadro. A pesar de ello, las mujeres de la época no cesaron su lucha a favor del uso de la misma vestimenta por la que optaban los hombres.
La bicicleta se adaptó a las necesidades del momento, los tiempos van cambiando y así lo hacen las necesidades. La bici es un vehículo con la versatilidad necesaria para adaptarse a las circunstancias de cada momento.
La bicicleta a día de hoy.
En 1878, la bicicleta obtuvo en Reino Unido el estatus legal de «carruaje», lo que le otorgaba los mismos derechos que cualquier otro vehículo de la vía. Estas condiciones se han visto afectadas con el paso de los años, y esto lo podemos ver reflejado en el espacio que se le otorga a la bicicleta en la vía a día de hoy, y en todo el trabajo que está suponiendo darle un mayor protagonismo.
Aún y todo, más de 100 años después, este vehículo de dos ruedas sigue ocupando una posición muy relevante en algunos de los temas que más conciernen a las ciudades, como la movilidad y el urbanismo en la lucha contra el cambio climático.
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